Números-69
Una forma compleja como la vida, como el culo de uno, como el sexo de esta raza de primates que hablan. El espectáculo, por la calle no puede ser de mayor amplitud. A la mitad de la gente le sobra la ropa, a la otra mitad le falta lo mismo. Media humanidad está anoréxica, la otra media suspirando por un pedazo de pan.
´ Tenemos en el sexo una condición, o varias condiciones, pero nunca las condiciones de abajo, se complementan con lo que tenemos arriba.
Pensamos en sexo y cuando lo tenemos nunca hay una aproximación a aquello imaginado, nunca hay ni la más ligera aproximación a lo que tenemos en la cabeza, así siempre en búsqueda, siempre detrás de aquello que la cabeza nos dice y que de ninguna manera aparece en los genitales.
Yo me acuerdo que en un lugar que me llevaban de pequeño a la playa, en una de ellas había una cuesta que a mi me parecía interminable para acceder al mar, recuerdo que a mitad de la cuesta siempre pensaba que aquello nunca se acabaría, pero siempre llegaba al final.
Años después la casualidad hizo que me acercara a este lugar con muchos más años, con muchas más maldades en la entrepierna, entonces y sin dudarlo me fui a ver la famosa cuesta, y cual fue mi sorpresa que era un pequeño repechón, que no llegaba a los cien metros sin apenas inclinación. ¡No podía creérmelo! ¡Era imposible! recordé todo lo que aquella cuesta había significado en mi infancia y ahora resultaba ser nada.
Lo mismo les ocurre a las mujeres, con el pene de su padre, un día, un mal día, lo vieron de pequeñas y les pareció algo tan enorme que desde entonces andan a la búsqueda de algo parecido o semejante y claro no lo encuentran porque ese pene era como la cuesta de mi infancia, grande en relación a mi tamaño, mínimo en relación a mi adultez.
Así ellas siempre están en perdida porque lo que vieron nunca se parece a lo que ven. A ellos les pasa lo mismo con la entrepierna de su madre encontraron algo oculto y totalmente insospechado en los genitales femeninos, tan insospechado ( no decimos ni bueno ni malo, ni feo ni bonito, ni grande ni pequeño ) que desde entonces están a la búsqueda de algo que se le parezca y claro encuentran solamente entrepiernas normales ( de ninguna manera se puede reproducir el primer impacto ) pero nada que les produzca la impresión primera, de hecho la madre de uno está asexuada por definición, todas las madres del planeta están asexuadas por definición para sus hijos.
Ellos y ellas en continua búsqueda de aquello que en su infancia les pareció desmesurado, ellos y ellas en continua insatisfacción, ellos y ellas en una guerra en donde el reproche permanente y la enmienda a la totalidad del otro es lo único posible, ellos y ellas como el perro y el gato, ¡siempre próximos y siempre riñendo!
Parece que la solución actual (la del tiempo que nos toca vivir) es no ser ni perro ni gato (también parece estar en cambiar, y el que era perro hacerse gato) la solución actual pasa por una prolongación indefinida de la adolescencia en un intento por no definirse sexualmente, así no hay tragedia en la búsqueda y tampoco enfrentamiento, simplemente hay un juego de ignorar al otro sin poder pasar de el.
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