Números-66

Verlo para creerlo, este es el problema de las formas, y de todo lo que existe. Si no lo vemos no lo creemos, y esto que parece así de fácil, es el mayor de los desafíos que nos plantea cualquier cultura.

Tenemos un fenómeno de representación inducido por la cultura, es ella la que nos dice y nos enseña aquello que debemos ver, pero estamos tan convencidos de ello y la construcción es tan rigurosa que nadie se atreve a dudar de aquello que dice ver, aquello que uno representa.

ESTOY CANSADO DE DECIR QUE SOLO REPRESENTAMOS, QUE NO PERCIBIMOS, pero esto que es evidente resulta que no se puede hacer obvio.

Pasen y vean y que el siguiente chino, les explique, porque yo, no lo voy decir mas veces. Tenemos unos criterios que nos hacen centrarnos en los argumentos y no podemos discutir de los temas, así hablamos de nuestra anécdota esperando que esta tenga solución, pero no podemos encontrarla porque lo que no funcionan son los temas.

No hay argumento que valga para explicar la enfermedad, porque el tema seria el sufrimiento y esta, la enfermedad, es la salida que ofrece al sufrimiento nuestra cultura. ¡Menudo regalo de reyes!

Pero ocurre esto con todo, no hay problema en nuestra pareja, cualquier argumentación sobre esta dificultad es pura majadería, lo que no funciona es el tema es decir, no es que no funcione mi pareja, es que no funciona el tema de la pareja.

Si esto lo llevamos al terreno de la MAGIA , ocurre lo mismo, nadie discute el tema sino el argumento, así tal o cual vidente o curandero o intermediario entre dios y los hombres ( yo conozco unos cuantos )ha encontrado en una serie de ceremonias en las que no sabe, no explica, la secuencia de actos, una invocación a no sabe que fuerza, con no sabe que intención, conjurando lo que ignora con una sola finalización el dinero, el parné, entonces conviene saber, que el dinero es la racionalizacion del sexo, y por lo tanto pura magia roja.

Esto es peligroso en si porque va a trasformar lo blanco en negro y lo negro en blanco, pero es mucho mas peligroso, utilizar lo blanco o lo negro, en el fondo sigue siendo el dinero el argumento mas sencillo y el mejor de los procesos de intención, lo demás puede ser mucho mas peligroso.

Estamos todo el día manejando objetos cuya forma pensamos que no tiene ninguna trascendencia, los ponemos en cualquier lado como si el espacio no fuera una razón poderosa, y sobre todo los manejamos unos dentro de los otros, haciendo que la sal, el mercurio y el azufre, estén constantemente invocados sin ningún criterio al que atenernos, estamos así todo el día en magia, sin ni siquiera saberlo y ocurre lo que nos ocurre, que en ningún momento podemos explicar aquello que nos acontece a pesar de ser nosotros los autores de la fechoría.

Otras veces hemos dicho que hay CEREMONIAS, RITMOS Y RITOS, también hemos dicho que una serie de ritos, o sea de actos definidos, sometidos a un ritmo determinado constituyen una ceremonia.

Es así, entonces cualquier secuencia de nuestra vida ordinaria es una ceremonia, y estamos todo el día repitiendo ceremonias que teniendo como base el ritmo y el rito, mediante utilización de formas en ámbitos concretados en el tiempo y el espacio nos llevan a donde no queremos ir, a estar permanentemente manejados por fuerzas que en su potencia extraordinaria nos llevan de un acto a otro sin que podamos hacer nada por evitarlo.