Números -13
Un círculo y una línea horizontal, esta vez inferior, no se saben a que, tampoco habría una referencia exacta a lo que digo, o a lo que callo.
Cuando se escribió de alquimia, los que lo hicieron mezclaron tres realidades que daban opción a entender la cuarta y ultima, mezclaron el plano físico, con el de conciencia y el mental. Nació así el tratado, siempre el mismo que diferenciaba lo alegórico, de lo que no lo era. Aquello que solo tenia existencia dentro de uno, de lo otro, de lo realizable fuera. Pocos entendieron, ninguno creyó que se podía ir un poco mas allá de lo que la iglesia católica admitía.
Ahora para goce de pocos y amargura de muchos, se habla de los cuatro planos, para que mezclados entre sí den al prójimo, aquello que le pertenece por especie, el uso y disfrute de nada como si esto no fuera lo opuesto de todo.
Instalado en la nada, todo te rodea pero nada ni nadie puede dar al burro de la alegoría algo que no sea alfalfa, pipirigallo como dicen por aquí, es este el burro que tienes dentro el que camina e impide que el caballo ingles salga a relucir.
A mí comprenderás que tu burro y tu me parecen una cosa de lo mas divertido, por lo que haré todo lo posible por que tu conciencia no descamine a tu burro y tu entendimiento y yo seamos como las vías del tren siempre cerca pero nunca juntas.
638A.
A mí esta forma me gusta mucho, me gusta la geometría implícita en ella, la simplicidad de unas formas simples que encajan unas en otras como por derecho propio.
En el fondo me gusta que las cosas sean perfectas, que todo funcione como un reloj suizo, pero claro viene la vida y no podemos con el esperpento inherente a no poder controlar nada, a no tener el más mínimo poder sobre nada, a tener que aceptar que estamos en un juego, que no conocemos las reglas y que ni siquiera nos entretiene, el juego es de lo mas tremendo porque al mas mínimo fallo, la tragedia, el drama y la enfermedad se apoderan de nosotros sin que parezca que nadie pueda hacer nada por entenderlo, ni siquiera por explicarnos aproximadamente donde coño estamos metidos.
Cuando era joven, hace miles de años, cuando pensé que pensar podía, me planteaba el hecho del sufrimiento como individuo, desde una perspectiva que no incluía las creencias, esto llega mucho más tarde, cuando realizada la tarea de explicar un psiquismo en estática, dinámica y operativa, no se pudo hacer otra cosa que reconocer que la supraestrucutra que hacia que todo funcionara en el ser humano era el marco conceptual de las creencias, y se dijo que creencia era cualquier cosa en la que uno lograra creer.
Yo pensé entonces que lo religioso era importante pero que lo era en otros no en mí, pero después comprobé que todo lo que se procesaba como sufrimiento individual y también colectivo tenía este marco de referencia y que en un principio era inexpugnable.
Me encontré con una especie de muralla conceptual, donde todo y digo todo estaba manipulado de principio a fin por las creencias religiosas a mi uso, entonces las creencias derivadas del Vaticano y llevadas a sus ultimas consecuencias por la secta de los católicos.
Aquí solo tener en cuenta dos de los grandes mitos de los católicos, el primero que uno nace torcido, es decir nace con pecado original, uno no es un buen producto, sino que al parecer uno debe pulir lo que es un diamante en bruto por medio de la fe, la esperanza y la caridad.
El segundo y derivado del primero es que si uno tiene partes que no están bien, es que debe cambiarlas por otras más acorde con su naturaleza humana.
Se fijan así dos de los grandes sufrimientos de la especie el primero que uno debe cambiar, el segundo que esto es posible.
El primero encierra el cuestionamiento de lo que tenemos, uno se cuestiona como producto e intenta ser valioso, por supuesto solo consigue uno cuestionarse y hacer el vía crucis implícito en no se sabe que escala de valores, el segundo y derivado de este cuestionamiento, es que uno quiere cambiar parte de su programación por una mejor, claro lo primario el cuestionarse es posible, lo segundo ni en cien vidas.
Se aseguran así estos hijos de puta el que uno esté en culpa permanente y encima en una culpa que no nos dicen como se puede reparar, es una jugada perfecta que les asegura vía del remordimiento y la frustración el control del personal mediante la obediencia debida, la sumisión a unas normas que por su imposible cumplimiento, nos introducen en un laberinto sin salida posible.
Con el tiempo me di cuenta de que todas las religiones del planeta parten de este mismo principio, UNO NO ES UN BUEN PRODUCTO DE NACIMIENTO, y ahí están ellos, los que tiene las soluciones para ayudarnos. ¡Menuda comedia!
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