Números-9

Todas las formas que tiene la primera espiral por encima de la cabeza, las tomamos como formas de la conciencia, no porque se expresen en esta, sino porque no lo hacen directamente en el cuerpo físico sino a través del punto que les corresponde de los anteriores.

Ocurre que a un punto determinado del eje físico ( ya lo hemos dicho no sé cuantas veces), se le suman otros puntos, de la primera y de la segunda espiral (a un punto físico, se suma uno de conciencia, otro de mente y un cuarto de karma), para mayor gloria de los desfiles de modas parisinos y de todo aquel que siendo un cuerpo ( necesitas algo mas que un cuerpo, dice la publicidad), sabe que volverá a él, después de recorrer un camino pero que muy jodido, el que pasa por todas las chorradas estas de la conciencia la mente y el karma, para acabar cagando y comiendo como al principio ( no lo digo bien, al principio si se caga, se hace tal cual, como Fidel. Al Final se caga también todos los días, si hay suerte, pero con conciencia de ello. Para este viaje evidentemente no se necesitan alforjas, simplemente se necesita, disfrutar del propio cuerpo, lo que cualquier mujer hace en el Corte Ingles todos los días del año y algún que otro festivo.

Se me dirá la diferencia esta en que yo cago con plena conciencia del acto y cago mierda consciente, pues mire usted a mí lo mismo me da cagar mierda lleno de conciencia que hacerlo sin un gramo de ella, afirmo que nunca he pretendido cagar rosas y que mear colonia como te dicen en la mili de mi país ( vas ha hacer guardias, me dijeron, hasta que cagues rosas y mees colonia, me dijo un cabo primera), no me puedo imaginar lo que me hubiera dicho el coronel del mismo sitio.

Para el viaje que yo propongo no se necesitan alforjas, es ir del propio cuerpo a la propia biología pasando por un infierno permanente para acabar donde uno empezó, empezó uno descolocado y acabo en el desempleo.

El mito del conocimiento interno, empieza y acaba aquí, pero nadie se cree que no haya nada, absolutamente nada, nada mas allá de la propia biología y lo que esta implica.

Así se acabaron las búsquedas innecesarias, se acabo el guru de moda y el maestro espiritual, se acabó la búsqueda porque la simple biología es el principio y el fin de todo lo que podemos manejar, y este principio y este fin nos introduce en una intrascendencia tan tremenda, que solo la refinada espiritualidad de mis semejantes puede compensar lo que yo digo.

Yo no tengo espíritu, ni alma, ni conciencia, ni mente, yo solo tengo esfínteres que me hacen una demanda imparable, y que esta demanda me tiene hasta más allá de los cojones y hasta más allá de cualquier espiritualidad que me enseñen.

Menudo dolor de cabeza esto del espíritu y sus manifestaciones, menudo dolor de cabeza para el pobre, otra cosa es el rico, que teniendo posibilidades materiales suficientes, se dedica a inventar cosas del espíritu para despistar a los pobres y que estos lo sigan siendo.

Llevamos así, todo un desarrollo espiritual de la especie, que teniendo como base cualquier mono de segunda, de cualquier país, nos dice que el ser humano está dotado de no se sabe que trascendencias en no saben que espacios grandiosos, donde la humanidad está redimida de sus anclajes materiales, hay por lo visto paraísos donde no se caga y no se come y si se hace se come alimento espiritual y se caga rosas en permanencia.

Yo soy pobre, o eso me creía, no soy pobre de los que no tienen para no comer, yo como todos los días, pero poco más.

Yo soy pobre y sé de las trascendencias de la especie que empiezan todas donde acaba el registrador de la propiedad y en la acumulación de bienes sin limite aparente, después viene lo de los sesenta, hasta entonces uno ha sido un autentico hijo de puta acumulando todo lo que ha podido, (mas que nada por los hijos,) por el pan de mis hijos y a los sesenta uno se vuelve bondadoso simplemente porque se siente seguro con lo que tiene en el banco.

Me cago yo en todos estos benditos abuelos de estas benditas sociedades que después de joder a dios y su madre, se ponen de bondadosos para dar ejemplo, siendo el único ejemplo posible el que devuelvan todo aquello que le robaron al prójimo sin ningún tipo de remordimiento.

660b.