Números-31
Sal y Azufre, un rectángulo y dos triángulos en sentido contrario, el uno vertical, el otro horizontal, la estrella de David dicen los judíos, aunque no sepan para que sirva, ni la estrella ni nada.
Cuando empecé a tomar contacto con EL CONOCIMINETO OCULTO, me di cuenta (ya lo he dicho otras veces), que se le llamaba oculto porque nadie sabia nada del. Con el paso del tiempo me ratifiqué en lo dicho, y me añado a la lista de los que nada saben, solo la propia ingenuidad me obliga a seguir diciendo, la propia ingenuidad, la falta de recursos económicos y el montón de enfermedades acumuladas, sin que se sepa en que orden se deben colocar estas cosas.
A mí me casó una mujer, la soledad,
A mí me hizo medico un amigo, que paso una mañana por la columna donde yo estaba apoyado desde hacia varios meses, (alguna vez pensé que aquella columna se mantenía recta gracias a mí) tanto fue lo dejado allí, que me identificaba con este sitio como mi casa. Yo nunca he tenido casa, me lo dicen los amigos, los astrólogos, ¿como vas a tener casa si te parieron en la escalera? y tienen razón.
La única casa que conozco, es la que conocemos casi todos los hombres de este mundo, que es sin duda el coche, que nos compró el dueño de un circo al que le crecieron los enanos.
Ellas no quieren coches, pero solamente porque es difícil parir en ellos, prefieren las casas.
Las casas actuales son como conejeras, autenticas jaulas, las unas encima de las otras, para ocupar menos espacio, de esta manera tan curiosa la mierda de uno recorre todo el edificio, para después juntarse con todas las demás mierdas y circular permanentemente por debajo de nuestros pies, es algo tremendo andar sobre un montón de mierda ajeno y propia que nos mete en un extraño recorrido, donde la lectura es de nausea permanente.
A mí, lo he dicho otras veces, la realidad es que casi todo lo he dicho ya, la vida me parece una molestia innecesaria, pero aquí estoy, algo me despierta por las mañanas y no sé quien es o que hacer con ello. Al punto comienzan mis esfínteres a pedirme sin solución posible, cada uno lo que necesita y yo comienzo a atenderlos en el orden en el que se manifiestan.
Mi día es un poco de esfínteres, con alguna que otra publicidad de fondo y además tengo que tener alegría de vivir, más que nada, POR QUE YO LO VALGO.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home