Números-20
Los 36 primeros números son el primer círculo de la primera espiral, son plutonianos, son plutón con relación a todo lo demás y son formas simples, en general solo sal, después ya veremos.
Plutón dos, mantiene una serie de causalismos, que pasan por el chacra o los chacras correspondientes la siguiente realidad numérica, después se van a la línea al meridiano, en numero de seis, tres son centros, tres son áreas, de aquí al circulo, aparece su homologo, que da entrada a la realidad de 24, que al juntarse de dos en dos nos dan entrada al causalismo del oligoelemento.
Ya hemos hablado así de los Ángeles, los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, nada más y nada menos.
Yo sé que no se entiende nada, yo tampoco, entender es oficio de científicos yo tampoco uso de esto. Digo lo que me dictan, luego pienso en lo que me han dictado y aparece algo que semeja a una papilla para elefantes anoréxicos.
Pero la intrascendencia es así, el amor al sufrimiento de Maria santísima y de la gozosa trinidad de los cristianos es así y yo nada puedo contra semejante desarrollo, solo añadir mis dictados, los del otro, los de cualquier otro cuyo algoritmo comprimido está esperando que alguien lo descomprima, lo trasforme en este maravilloso paraíso de mierda sintética en el que nos movemos como pez en el agua.
Digo esto porque a lo mejor no entiendes lo que digo, mejor para ti y para tu algoritmo descomprimido, pero mira a mi no me preguntes porque, ni me digas nada, cualquier ruido me molesta.
Plutón dos es la novena forma de la conciencia, rara secuencia esta que se sale de todo lo demás.
Plutón dos es o forma parte de la tercera forma de la mente.
Plutón dos, forma parte de la tercera forma del espíritu.
Plutón dos es o forma parte de la segunda forma del alma, de la de los cristianos y de la de los moros.
Plutón dos forma parte del mercurio de los antiguos alquimistas, es por lo tanto parte del HIJO de los cristianos, dentro de la santísima trinidad. Punto y aparte.
Cuando se lee a los místicos que han sido y que son, parece que apuestan todos por una extraña justificación del sufrimiento, para poder llegar a entender a dios, a mí me parece que hablan todos del dios con minúsculas, del dios que nosotros nos hemos fabricado.
Lo que dicen son tonterías, algunas veces con muy mala leche otras llenas de una ingenuidad feroz, siempre presente un miedo reverencial por todo lo que ignoramos.
Lo del miedo esta bien porque si estuviéramos en NUESTRO SANO JUICIO, es decir no tuviéramos juicio de ninguna naturaleza, veríamos que cualquier discurso es hijo del miedo, este también.
Cuando se tiene miedo, este es la guía de nuestros actos en la tierra que no en el cielo, cuando se tiene, tiempo después, miedo del miedo, este paraliza, cuando se tiene miedo de tener el miedo que sé tuvo al miedo que daba tener miedo, se ríe uno de si mismo y de los demás, se comprende que mamá teta es uno de los motivos mas Neoyorquinos que conozco para estar en este mundo.
Mas teta, porque mamá es lo único que nos quiso, si es que alguien tuvo esa suerte, el que escribe no. Mi madre no quería, rezaba y rezaba tanto que no le quedaba tiempo para nada más.
Son los miedos un ruido de fondo que es difícil de oír( ahora los informaticos del mp3, dirían que es un ruido que al no ser necesario, está tapado por otros armónicos más fuertes), se necesita de todo un ordenador y de los programas adecuados para poder oír lo que está ahí pero tapado, tapado claro está por la cuenta corriente, de ahí la dificultad de oír el miedo, huracán incontrolado cuando nuestra cuenta corriente está en números rojos, por la simple razón de que no se para si no es por accidente, después cuando se retoman, ya no son miedos, es un pánico permanente el que nos embarga día y noche.
A la caída en cuenta de cualquier miedo se le llama pánico y verán que bien se pasa, montado en este ruido de fondo convertido en sinfonía de muchos músicos a la vez.
Ocurre como con la vida, si encontramos alguien haciendo el payaso, pues bien, pero si son varios los que hacen una payasada en común, eso ya no se puede desmontar.
Los miedos son lo mismo, si van de uno en uno, pues bien si van todos a la vez el desmontado es uno.
633A.
Sé que lo que escribo, esta mal escrito y sé también de mis obsesiones,
Se también que me toman el pelo todos los días, los de siempre, los tenderos de turno, en forma y metabolismo sin solución posible a mis tremendas incapacidades, yo ya sé que no puedo resolver la vida ordinaria, la del día a día porque se me atraviesa como una viga y no puede entrar al supermercado, al bar, a la panadería o al coño de mi vecina, lo se y por eso quiero dejar como una obra imperecedera, a todos los que están escribiendo o han escrito o piensan que van a escribir quiero dejarles mi recuerdo, nada de lo escrito sirve para ninguna cosa que no sea hacer pasar el rato al que escribe.
Nadie aprendió nunca en nuestra especie nada de ningún libro, razón por la cual supongo se siguen escribiendo.
Yo escribo solo para que mi pensamiento encuentre su ultimo párrafo y me deje de joder en forma de palabras sin ningún sentido, yo solo escribo porque lo hago mal y esto me da una risa tremenda, con tanto erudito y tanto premio Nóbel y tanta insignia y medalla, aquí estoy yo, lleno de enfermedades físicas, psíquicas y mentales, lleno de falsas creencias y con una pauta de conducta que la firmaría a medias el marques de sade y el prior de los cartujos.
El primero porque le puedo enseñar las mil y una maneras que tiene uno de joderse a sí mismo, el segundo porque al no salir de casa para nada, es como si estuviera todo el día, puto día, en un puto monasterio con unos putos monjes que te putean como la naturaleza, sin misericordia de ningún tipo.
Todo sea por san Cipriano y por escribir un documento tan aterrador, que la ciencia oficial, lo reconozca como la bendita obra de un bendito asno, que no entendió nada en su vida y que sobre todo no se pudo creer nada de lo que en vida le contaron todos estos payasos de cátedra, televisión y señora que huele a pescado podrido.
A mi san Cipriano me reconforta, me parece un ingenuo como yo, que dice ya veras lo que te voy a decir y después resulta que no dice nada, como todo el mundo, me reconforta mas que cualquier místico, porque desde la perspectiva original de secar pieles al sol y echar polvo de culebra amazónica en el ojo de conejo de la serranía de Córdoba, con manchas azules en el culo y hacerlo todo esto en el cuarto menguante de la tercera luna de invierno, a la sombra de una encina de 101 año, me pone no se porque, mas cachondo que si estuviera viendo una película guarra de porno guarro, porque a mi el porno normal no me dice nada, solo me dicen las guarradas, lo que yo no pude hacer porque no se me ocurrió.
El discurso de san Cipriano me reconforta, el de cualquier científico actual me parece un anuncio de cualquier detergente para señora enferma por la limpieza, para cualquier mujer de nuestra querida cultura, estúpida cultura que a mí me avergüenza y me hace pasar pero que ratos muy malos, cuando sin saber porqué salgo a la calle, en cuanto me doy cuenta me vuelvo a casa sin mirar hacia ningún lado, no sea que alguien me salude y le tenga que contestar.
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