Números-48
Cuando hablamos de como se construye un ser humano, tenemos que hablar ineludiblemente de lo que hemos llamado causalismos.
Un causalismo, es la síntesis de una gran cantidad de formas, en otra de carácter determinado que es propia de nuestra estructura biológica. Dicho así parece poco, pero en la realidad es tremendo su efecto y tremenda su complejidad.
Millones de reacciones metabólicas, millones de cadenas asociadas, millones de síntesis proteicas nos llevan al acierto o al error sin que al parecer nada podamos hacer nosotros por que algo vaya en una dirección determinada.
En esto como en todo lo demás estoy según el día. A veces me parece que el ser humano todo lo puede, a veces el hiperdeterminismo lo embarga todo de los pies a la cabeza. Muchas veces me digo, te tejes una tela de araña que no entiendes y después te quejas de quedar enganchado en ella y claro digo ¿como quejarse de la propia obra?
Otras veces reniego de la obra y me digo ¿que puedes tú contra el hecho social? ¿Contra el propio fenómeno de conciencia? ¿Que puedes tú contra tu espíritu, tu karma, tu herencia? nada de nada.
A días veo en ellas el eje físico, y razono diciendo, ellas tienen la razón, la única posibilidad humana es hacer del cuerpo una fiesta, pero es cuando veo a la neoyorquina de la quinta avenida, cuando digo no puede ser que una mujer disfrute con la misma intensidad de un pintalabios, que de una polla. No puede ser me digo, que ellas sean un útero, a veces muchas veces vuelto hacia fuera, con esas texturas internas puestas a flor de piel, muchas me digo, no puede ser que ellas desprecien el fenómeno de conciencia, que sean asociales de principio a fin, que vivan todas haciendo lo que les da la gana, sin mas limite que el que impone su propio miedo, su propia sicopatología hacia adentro y hacia fuera, pero al rato veo otras mujeres en otras razas y me doy cuenta que no es así, que así lo han hecho aquí, completada la obra de, por y para la ira.
No puede ser que nuestras mujeres sean todas frígidas, no puede ser que por orden del Vaticano ellas hayan juntado sexo y reproducción en un camino en el que la propia rabia en la ausencia de caricias lo ha barrido todo, nos han dejado sin un solo vestigio del sentimiento humano, me digo, no puede ser que ellas sean delegaciones del Vaticano con piernas y que lleven su ira a cualquier lado menos a donde deben dirigirla, pero es así en nuestras culturas.
Si todo fuera como debería haber sido, se partiría del eje físico, para pasar por la conciencia, (aquí se estructura una ética real, no una moral a la medida de las multinacionales), que después es llevada al hecho social mediante el fenómeno mental y se adquiere una lógica en el hacer precedida de una ética.
Si todo va bien lo físico, lo psíquico y lo mental, nos darán la entrada al cuarto fenómeno el del karma que nos pone en evidencia lo intangible solo a través del cuerpo sin contenidos de conciencia (fenómenos energéticos puros) y sin inercias sociales que nos molesten.
Yo me digo ellas hicieron el camino o no lo hicieron, yo no lo sé, pero pienso que no se puede ser cuerpo y karma sin conciencia y mente, y veo que ellas no tienen moral (desprecian el fenómeno de conciencia), no usan la ética (no hay remordimientos) y carecen del sentimiento social de la lógica, toman sus decisiones teniendo en cuenta únicamente la biología propia, o lo que es lo mismo la oportunidad o no para reproducirse.
Han hecho así de este mundo una realización constante de deseos donde primarían las necesidades. De estas, de las necesidades, la más importante es la más enloquecida actualmente y es que cada una de ellas se plantea el hecho de parir como un deseo individual, carente de lógica y no como una necesidad de la especie de la que todos estamos dependientes.
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